Mi amada Procrastinación.

Admito que soy un procrastinador por excelencia, son pocas las tareas que puedo cumplir durante el día. Soy capaz inclusive de retrasar la ejecución de cualquier actividad durante días, solamente la hago cuando me veo obligado y no existe otra forma de suspenderlo por unos minutos más.

 La procrastinación es el único habito al que puedo ser fiel, claro que esto no es saludable, pero gracias a ella pude descubrir el arte del cine, desarrollar mi oído y gusto musical, leer libros con páginas interminables y pasar inolvidables momentos jugando videojuegos.

No puedo calcular las horas que he pasado frente a la computadora viendo cientos de películas, vídeos en youtube, aun cuando no existían los youtubers. El día podía acabarse alrededor de mi y no me daba cuenta hasta que era la hora de encender la luz para poder teclear.

Luego nacieron los memes en internet, como a todos, me encantaba encontralos en medio de las publicaciones de mis amigos en facebook; pero, poco a poco fui fascinandome más por esta nueva forma de humor. Con el paso del tiempo llegue a ser editor en una pagina de memes de miles de seguidores, en donde me dedicaba a crear contenido. Los memes empezaron a ser cada vez mas masivos y de pronto le perdí la gracia, ahora solo hago uno de vez en cuando, los cuales comparto con unos cuantos amigos debido a mi humor negro y ácido.

Al llegar a 4 año de secundaria, un compañero de clases me preguntó un día: ¿Cómo sabes tantas cosas? Yo me sorprendí mucho, ya que no me considero una persona culta o muy leída, pero me di cuenta de mi habilidad de poder hablar de cualquier tema de cultura general. Podía saber cosas tan banales como el verdadero nombre algún superhéroe, y también saberme la historia de la revolución cubana o contarte el resumen de la Ilíada, el poema de Homero, que para un chico de mi edad (15) y con mi poca disciplina para el estudio ya era mucho.

Mi amor por la procrastinación me ayudado a autodefinirme, debido a todas las tardes que me echaba en mi cama a pensar en la vida, la família, mis gustos y temores. Gracias a ella puedo dialogar y debatir con cualquier amante del cine, música y otros artes. Ingresé a la universidad, por esa repulsión a mis obligaciones, ya que mi padre evitaba darme un mandado cuando me veía leyendo un libro.

A mis veintiún años de edad, ya no se si este amor pueda darme mas de lo que me quita, supongo que me sirvió en la adolescencia, pero ahora los retos son más grandes y para llegar mis metas necesito de disciplina. Fue lindo mientras duro procrastinación, por ti soy lo que soy ahora, sin embargo debo romper con esta relación. Quizás más adelante en el tiempo te volveré a guiñar el ojo, y podré pasar toda una tarde sin hacer nada más que estar echado en mi cama viendo el concierto de los Abuelos de la nada en el Teatro Ópera o un video de una hora de "gatitos haciendo cosas graciosas".